La Realidad.

Nos queda poco tiempo. La realidad se dirige hacia nosotros a una velocidad de vértigo mientras nos empeñamos en contemplar las pequeñeces de nuestro tiempo sin enfrentarnos a los grandes retos. Nos queda poco tiempo. Pero tal vez incluso todavía estemos a tiempo.



jueves, 25 de octubre de 2007

La realidad nos mata

Estos días hemos podido comprobar la escasa justicia que existe en nuestra sociedad. Por un lado, un chaval ha muerto en Valencia por intentar mediar en una pelea entre una pareja; por otro, un indeseable, de nombre Sergi Xavier Martí (21 años, natural de Santa Coloma de Cervelló) que pegó una paliza a una joven ecuatoriana casi se escapa sin despeinarse, además ahora se pavonea como si fuese el rey del mambo.
Lamentar profundamente la muerte del joven héroe valenciano y esperar que ese miserable se pudra en la cárcel son dos de las cosas que voy a hacer hoy.

Imagino la rabia y la indefensión de esa pobre joven, ante el ataque de una malabestia como ese indeseable. La gente que estaba en el vagón no hizo nada, o no pudo hacer. Ella, sola, aguantó como pudo. Ahora necesita tratamiento psicológico. Y todavía hay quienes defienden a ese miserable.

Ojalá la política sirva para luchar contra este tipo de comportamientos.
Por cierto, el héroe valenciano se llamaba Daniel: descanse en paz.

jueves, 11 de octubre de 2007

Don Juan Tenorio.

"Crisófano Buttarelli era el más honrado hostelero de la villa del Oso. [...] Este buen viejo, desanidado de su vieja casa, murió tan pobre como honrado y desconocido, y de él no queda más que el recuerdo que yo me complazco en consagrarle en estos míos (versos) de aquel viejo tiempo".



José Zorrilla, "Cuatro palabras sobre mi Don Juan Tenorio"..



-Ver..., ved ..., esa prueba escrita
Leed ahí... ¡Oh!Mientras que vos
por ella rogáis a Dios
viene el diablo y os la quita



-Aquí está Don Juan Tenorio,
para quien algo quiera de él


-Aquí hay un Don Luis
que vale por lo menos dos.
Parará aquí algunos meses
y no trae más intereses
ni se viene a más empresas
que adorar a las francesas
y reñir con los franceses.



He dejado escritos tres fragmentos de esta obra imperecedera, donde se ve el carácter de algunos de sus personajes y un comentario sobre el que tengo que hacer yo. Se trata de una obra que resulta muy amena y cuya historia sumerge a los espectadores en una época de nuestra historia que hoy día sigue presente. Resulta incluso divertida, pese a que su autor siempre sostuvo que se trataba de una obra my seria. Fantástica.

lunes, 1 de octubre de 2007

Los últimos de Rangún

Son pocos, están desarmados y tienen a 20.000 soldados peinando la ciudad en su busca y captura. Son los últimos de Rangún, un grupo de jóvenes que se resiste a dejar escapar el sueño de una Birmania en democracia y una revolución -la del azafrán- herida de muerte por la brutalidad del ejército.

Los birmanos han comenzado a aceptar que su desafío ha fracasado y que los generales han vuelto a ganar. El régimen supo calcular que si se mostraba su determinación de disparar a matar, y lo confirmaba con cadáveres en las calles, la mayoría de la población recuperaría el miedo que ha atenazado a este país durante 45 años de dictadura. El Gobierno parece haber logrado su objetivo a excepción de unos pocos manifestantes dispuestos a mantener una leve llama encendida. Los soldados rastrean Rangún calle por calle, aplastando los últimos vestigios de la rebelión y arrojando a sus camiones a los sospechosos.

Fuente: http://www.elmundo.es/

Leyendo noticias como ésta, hoy me siento más dolido que de costumbre. Estos hechos me llevan a recordar otras historias, como la del hombre que se quemó a lo bonzo por sus problemas burocráticos o la de otro que en Alcalá de Henares es ahora tetrapléjico por la vertiente racista de la barbarie. Sumadas a otras, como la de la persecución que sufren algunos de los enemigos del Régimen Localista de mi ciudad o la lucha por las libertades durante tantos años en este país, me hacen replantearme la situación, para buscar una mayor perspectiva. Me refiero a la situación política local. No puedo prometer y no prometo la victoria, sólo puedo jurar la guerra.

Salud y libertad.