- Un día yo pregunté:
- ¿Abuelo, dónde esta Dios?
- Mi abuelo se puso triste,
- y nada me respondió.
- Mi abuelo murió en los campos,
- sin rezo ni confesión.
- Y lo enterraron los indios
- flauta de caña y tambor.
- Al tiempo yo pregunté:
- ¿Padre, qué sabes de Dios?
- Mi padre se puso serio
- y nada me respondió.
- Mi padre murió en la mina
- sin doctor ni protección.
- ¡Color de sangre minera
- tiene el oro del patrón!
- Mi hermano vive en los montes
- y no conoce una flor.
- Sudor, malaria y serpientes,
- es la vida del leñador.
- Y que naide le pregunte
- si sabe dénde esta Dios:
- Por su casa no ha pasado
- tan importante señor.
- Yo canto por los caminos,
- y cuando estoy en prisión,
- oigo las voces del pueblo
- que canta mejor que yo.
- Si hay una cosa en la tierra
- más importante que Dios
- es que naide escupa sangre
- pa’ que otro viva mejor.
- ¿Qué Dios vela por los pobres?
- Tal vez sí, y tal vez no.
- Lo seguro es que Él almuerza
- en la mesa del patrón.
Atahualpa Yupanqui.
Un Genio.
1 comentario:
Un genio, pero de los buenos. Nunca había leido este poema, pero me ha encantado :)
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