La Realidad.

Nos queda poco tiempo. La realidad se dirige hacia nosotros a una velocidad de vértigo mientras nos empeñamos en contemplar las pequeñeces de nuestro tiempo sin enfrentarnos a los grandes retos. Nos queda poco tiempo. Pero tal vez incluso todavía estemos a tiempo.



lunes, 5 de noviembre de 2007

Dios y la Sanidad valenciana

Ayer aparecieron diversas informaciones en los medios de comunicación sobre el sistema sanitario valenciano. Entre ellas, destaca la que informaba del hecho de que en nuestra Comunidad a los enfermos crónicos que ingresaban en los centros hospitalarios destinados para ellos, se les hacía responder a un cuestionario que preguntaba sobre sus creencias religiosas.

No es mi interés ahondar en el debate sobre la laicidad del Estado, sino tratar el tema de la Sanidad en nuestra Comunidad.

El número de médicos en el sistema sanitario valenciano es de 420 por cada cien mil habitantes, cuando la media nacional está en 456. El mismo defecto, la falta de personal y medios, afecta a otras especialidades como es la pediatría o al número de camas de hospital por cada mil habitantes, factor que se considera clave cuando hablamos del desarrollo del Estado del bienestar. Así mismo, la mitad de los médicos de la provincia tiene ya más de cincuenta años, cifra que aumenta hasta el 70% en algunas especialidades, lo cual nos indica que existe el riesgo de que cada día tengamos un menos número de profesionales cualificados.

A la falta de medios y personal, a las largas listas de espera, Camps ha añadido ahora un nuevo problema: la privatización de la gestión sanitaria, tal y como ha sucedido en el área de salud 22 en la Vega Baja. Y sí, he dicho problema.

He hecho referencia a que sea un problema, dado que al convertir la Sanidad pública en una empresa que espera obtener beneficios es presumible, e indeseable, que dicha empresa realice la mínima inversión en su búsqueda de los beneficios. Los riesgos de esta práctica son múltiples y variados y esperemos que no sucedan jamás, aun cuando diversas voces ya expresan que vienen sucediendo en la actualidad. Lo más triste de estos casos es que los afectados suelen ser los más indefensos.

Nuestra Comunidad, gobernada por Camps y otros dirigentes del PP, presenta una de las mayores carencias en materias de Sanidad y Educación. Sin embargo, tenemos toda clase de gastos faraónicos. Las Comunidades Autónomas con servicios básicos de calidad no acostumbran a tener Palacios de la Ópera inservibles y con goteras, ni visitas papales ni Pascuales Flores ni, por supuesto, la cultura del ladrillazo defendida a capa y espada por los dirigentes populares.

Ante este panorama, no es de extrañar que a quiénes tengan fe se les pida que recen.


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