Principios de agosto

Torrevieja es, ante todo, un lugar singular. La realidad torrevejense supera con mucho la ficción y en algunos casos al kakfianismo más oscuro. Describirla en su totalidad es tema de ensayos y libros gordos, pero desde este pequeño blog, me gustaría apuntar unas pequeñas pinceladas: el caciquismo ha vuelto, dispone de armas y súbditos y por supuesto, de dinero. De mucho dinero y de mucho poder que utiliza a su antojo para maniatar a quienes se muevan en la foto.

Aparece últimamente en la prensa, que varias conocidas personas del microclima torrevejense están siendo investigadas por diversos delitos, a instancias de una denuncia colocada por otro peculiar personaje.

Resulta doloroso ver como personas, cuya honradez me parece intachable, son perseguidas por unos seres maquiavélicos, mezquinos, prepotentes y con tintes mafiosos. A veces las cadenas de la realidad nos demasiado pesadas. Pero hay que ser optimista: el Tiempo, juez eterno, acabará poniendo a cada uno en su sitio.

Salud y Libertad.